viernes, 13 de agosto de 2010

Cárcel de Mujeres Sometidas

Se sentaba en un escritorio cómodo con una sillita donde se balanceaba cuando la profesora no le prestaba atención a ese rincón. Podía poner el cuaderno, el libro la cartuchera y los lápices, y aún le quedaba espacio para descansar los brazos. A su lado tenía una compañera con el mismo escritorio que ella. Se prestaban los bolígrafos de colores y se pasaban papelitos hablando mal de la monja, de la super o de la profesora. La super, era una tierna manera de referirse a la supervisora del pasillo. Era una cárcel muy bonita donde la mayoría de las presas salía reformada para enfrentar una dura realidad. Una dura realidad como casarse con fulanito Zuloaga o perencejo Mendoza y tener un retoñito que meter de nuevo a la bonita cárcel. Inglés casi a la perfección, una cultura envidiable y un alma liviana como las preocupaciones de las presas abrían puertas insospechadas. Cada año la condena se hacía más corta pero estoy segura que algunas salieron perturbadas como yo. Ya en libertad se topó con un cuaderno muy noventoso con una portada renacentista. Era precisamente el de religión, olió las páginas viejas y respiró los raspones que se hacía en los recreos en sus rodillas, así que decidió leerlas. Encontró las enseñanzas de los diez mandamientos de la ley de dios y gentilmente otorgaban unos tips para no tener pecados. Entre ellos se encontraban: no masturbarse, no ver novelas, no ver películas pornográficas, no leer el horóscopo, no leer la sección de crímenes, no visitar videntes, no no no nonononono… Tenía 10 años, creo que no sabía que la mitad de esas cosas existían en la vida y de pronto ¡zas! Ellas, las señoras vestidas de blanco rompen el cristal donde había estado jugando. La curiosidad (o el instinto se despertó), comenzó a leer las muertes más sonadas de la revista Estampas, le gustaba asustarse con la voz de Porfirio Torres en Nuestro Insólito Universo, dejó las muñecas para ver novelas con su mamá y pare usted de contar. Esta niña cayó en el psicoterror religioso y se empezó a autoasustar.¿Quieres saber más? (Continuará)

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